desde que el sonido de esa puerta
retumbó en la soledad de mi alma
no he sentido deseos de nada
a excepción de vos
he re entablado nuestras charlas
redefinido nuestras miradas
revivido nuestros abrazos
y he conmemorado nuestros besos
desde que golpeaste aquella puerta
el silencio de mi casa me envolvió
los pensamientos me marean
y los sueños me desvelan
el humo me enceguece
el vino me ahoga
la música me aturde
y la poesía sabe amarga
pero
querida
desde que me sonreíste
por primera vez
conocí
la pureza
descubrí
la belleza
y escribí
para vos
esta esquela